Hay rincones de la casa que necesitan un extra de luz, y éste es el caso de la cocina. El lugar donde cocinamos, preparamos alimentos, medicación, lavamos los restos de la vajilla o incluso comemos muchas veces debe permitirte ver bien cada detalle. Sin embargo, muchas veces no disponemos de instalaciones con grandes ventanales ni orientadas al Sur para que nos entre toda la claridad de la mañana. En esos casos es preferible optar por muebles y encimeras blancas que aporten el máximo de claridad a nuestra cocina. También es aconsejable colocar luces directas e indirectas para iluminar rincones determinados de la cocina.
Las cocinas blancas, además de ser luminosas y elegantes, dan sensación de limpieza y nunca pasan de moda. Si no te convence el blanco absoluto, siempre puedes romperlo con toques de color. Por ejemplo, estudia colocar un gris o marrón en el suelo, o pintar una de las paredes en un color más oscuro. También puedes optar por muebles de cocina blancos, y una encimera de color vainilla o gris claro. Nuestro consejo es que trabajes con colores de la misma gama, es decir, que no contrasten demasiado unos con otros, de ese modo conseguirás una harmonía de colores en tu cocina y te sentirás más relajado/a mientras cocinas, limpias o comes en ella.
El que mostramos abajo es un trabajo realizado en Sabadell en una vivienda particular.
