Cocinas IKEA: toma consciencia de lo que realmente adquieres

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Con la crisis la mayoría de los españoles ha buscado medidas para ahorrar dinero y tratar de mantener su calidad de vida. Nos fijamos más en el precio de los productos en el supermercado, vamos menos veces a la peluquería y miramos de buscar las marcas que han adquirido fama por ser más baratas. Algunas de estas marcas podrían ser MediaMarkt, Lidl o IKEA, y es cierto que se han ganado su fama por ofrecer un producto de calidad media a un precio competitivo.

La estrategia de estas multinacionales gigantes es precisamente la de lanzar promociones a precios muy competitivos para así captar a consumidores de todas las clases sociales preocupados por el ahorro. La fama ganada por esos productos hace que una buena parte del pastel de consumidores de ese producto acuda a ellos en busca de gangas, y la mayoría de estas personas dan por hecho que todos los artículos tienen los precios más competitivos del mercado. La sorpresa está cuando, después de haber adquirido en IKEA la mesa de escritorio para nuestro hijo, en el comercio de justo de al lado de nuestra casa, vemos que estaba al mismo precio, y muy posiblemente, elaborada en un material mucho mejor que el de nuestra mesa de IKEA.

Nos quejamos de que nuestra economía nacional baja, que no tenemos trabajo, que no hay dinero para pensiones a pocos años vista, pero preferimos ir a IKEA porque en algún momento obtuvimos la idea de que allí ahorraríamos dinero. Lo que sucede en realidad es que en IKEA acabamos comprando más cosas de las que realmente necesitamos, nos dejamos más dinero de lo que habíamos proyectado en un principio, compramos algo de un material pésimo que se romperá o degradará a marchas forzadas en poco tiempo, y encima le estamos dando nuestro dinero a una multinacional que paga sus impuestos en Suecia y cuyos beneficios también se marchan fuera. Por no decir que dejamos de ayudar al pequeño comercio, a las familias de nuestra localidad o de nuestro país, y optamos por dárselo a una multinacional que no tiene nada que ver con nosotros.

En IKEA se puede encontrar cualquier tipo de elemento para tu cocina, desde boles para el desayuno hasta el propio mobiliario, esto es algo bueno en el sentido de que en un mismo lugar puedes encontrar de todo. Sin embargo, quizás no es tan bueno si tienes en cuenta otros factores:

  1. No hay una especialización. Si fabricas miles de productos a la vez no tienes un conocimiento profundo de los productos.
  2. Los costes de instalación van a parte del precio que figura en la tienda. El precio de la tienda puede parecer significativamente menor por sí solo, pero los costes de desplazamiento e instalación no están incluídos. A menos que tengas una furgoneta para desplazar lo que compres y tengas el tiempo, la fuerza y/o la habilidad para instalarlo, necesitarás a otras personas para hacerlo. En cualquier caso, si te decides a hacerlo tú mismo, ten en cuenta que si el producto se ralla o se daña con los golpes u otros objetos que haya en tu vehículo, nadie te lo descambiará después,
  3.  Si tienes problemas nadie va a venir a tu casa a solucionar la situación.
  4. Los materiales son lo más barato que los ingenieros de IKEA hallaron en el mercado. IKEA es una multinacional con beneficios inimaginables, no regalan nada como puedes entender. Los márgenes en cada producto son sagrados y por tanto, si algo es barato, es principalmente porque el material no es de calidad, da igual lo que traten de venderte. Las encimeras de las cocinas IKEA están elaboradas con laminados que no van a reaccionar bien a las altas temperaturas si colocas una olla encima, las láminas se despegan por la humedad y por el envejecimiento de las colas.
  5. Las gamas de colores y medidas están más que limitadas. Esto no sólo ocurre con las cocinas, si vas a la sección de ropa para cama, verás que es muy probable que tengas problemas de incompatibilidad con las medidas que ofrecen y tu cama.
  6. El aspecto de las cocinas de IKEA es de calidad baja. Si cuidas que tu casa dé sensación de calidad y confort, necesitas una buena encimera de NEOLITH, COMPAC, un mármol o un granito, entre otras posibilidades, no un laminado de IKEA.
  7. Limita tus posibilidades. Quizás querías que el mármol de la encimera de tu cocina fuera idéntico al de tu isla de cocina o al mismo suelo. Las posibilidades con un material de calidad son ilimitadas, si compras una encimera en IKEA sabes que ese material es el que es, no se puede ampliar ni lo podrás utilizar en ningún otro lugar de tu casa.

Si todos estos puntos no te importan, puedes instalarla tú, no te preocupa el grosor o la estabilidad del material, plantéate la funcionalidad que vas a dar a tu nueva adquisición. No es lo mismo comprar un bol de vidrio para la ensalada que comprarte una cocina a la que vas a dar uso cada día y en varias ocasiones. Esto es aplicable a tu encimera, a tus muebles, y a cualquier otro elemento cuya función sea regular e importante en tu vida diaria.

Si aún así crees que es tu mejor opción, gustosamente te invitamos a comprar tu cocina en IKEA.

2 comentarios en «Cocinas IKEA: toma consciencia de lo que realmente adquieres»

  1. Bona tarda,

    Tots els vostres comentaris em semblen del tot encertats, llàstima la publicitat gratuita que li donem, no obstant, inclouria a les demès multinacionals de bricolatge, i d’altres sectors per a que no dir-ho.
    El millor de tot és que al final tothom sap el que vol.

    1. Hola. Gràcies per comentar abans de tot. El cert és que si, fem publicitat gratuita, però també és bò treure el tema per plantejar-nos coses i analitzar una mica els nostres actes com a consumidors. Sembla que estem tots en un sistema que ens obliga a comprar a multinacionals, aquells productes que ens vénen com a més barats, i que després no només no surten tan barats com semblen, sinó que tenen consequències greus en la nostra economia, en el nostre treball, i en el treball d’altres persones a qui exploten de per aconseguir costos mínims i enriquir-se més. No només és IKEA, també Amazon, Inditex i moltes altres. Però al cap i a la fi, som nosaltres qui prenem la decisió de consumir i comprar els seus productes.

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