Las cocinas abiertas están de moda y son uno de los proyectos que más asíduamente nos piden nuestros clientes (la fotografía pertenece a uno de nuestros trabajos más recientes). Gustan mucho y la verdad es que ayudan a crear espacios abiertos, conectados entre sí, y dan una sensación de amplitud mayor a la de aquellas cocinas rodeadas por paredes. Quien ha tenido una alguna vez sabe que este simple hecho condiciona en gran medida la vida que se hace en el hogar. Una cocina abierta se convierte en el punto de reunión de toda la familia, el lugar donde hay vida, donde uno charla con los demás mientras se cocina y se pone la mesa, o incluso mientras se trabaja y el otro prepara los tuppers para toda la semana.
Hay muchas personas que sienten reticencia a adoptar este nuevo estilo de cocina por los olores, humos o suciedad que puedan desprenderse, sin embargo, si adoptamos unos hábitos de ventilación (con abrir ventanas un par de veces al día durante diez minutos ya nos valdría), colocamos buenas máquinas extractoras y tenemos una rutina de limpieza suficiente no debería haber ningún problema. Es más, una vez tengas una cocina abierta, te aseguramos que te vas a sentir tan cómodo que no querrás ningún otro formato.
Nuestro consejo es que trates de unificar el estilo de cocina y comedor para que quede todo integrado. Escoge unos muebles que tengan colores y texturas similares, ilumina todo muy bien, en particular la cocina para poder trabajar cómodamente en ella, y cuida los detalles (pon lámparas bonitas, que estén trabajadas estéticamente, electrodomésticos de calidad, relojes de pared…) todo aquello que de personalidad y confort a ese espacio que van a ver todos y donde vas a pasar muchísimas horas con tu familia.